No importa la voluntad de los eruditos de establecer una línea de continuidad entre los dioses prehispánicos de la muerte, la Catrina de Posada y la Santa Muerte. La "dama blanca" es un concepto moderno.
Se le llama "Santa Muerte", y este nombre significa Buena Muerte o Santa Muerte. El término se ha tomado de las oraciones católicas que piden una desaparición pacífica de esta palabra, en paz con Dios, satisfecho con la vida. La nación médica tiene su propia palabra para designarlo. La palabra griega es eutanasia, que también significa "buena muerte", el derecho a morir sin sufrimiento innecesario.
La santa muerte de hoy en día
Desde el comienzo del siglo XXI, un culto extraño se ha desarrollado a partir de un altar callejero solitario en un barrio pobre de la Ciudad de México para convertirse en un fenómeno continental que ahora es estudiado por especialistas. Se trata del culto de la Santa Muerte.
Su característica más original es quizás que, mientras que en el catolicismo, la buena/santa muerte es un proceso y que en la medicina, es un procedimiento, el culto de la Santa Muerte en ha hecho una persona.
Sus acólitos dicen que en el fondo, es lo mismo: el deseo de tener una muerte sin dolor físico, la esperanza de conocer un fallecimiento pacífico.
Pero dado que en este nuevo movimiento la Muerte es una persona, hay que añadir un tercer elemento: el deseo, la obligación entre sus adeptos, de complacerla y adorarlа (en español la palabra muerte es un sustantivo femenino).
Sus adeptos le dan nombres cariñosos: bella, mujer delgada, chica linda, pequeña madre, e incluso virgen.
Orígenes de la santa muerte
Algunos especialistas afirman que la Santa Muerte es es una descendiente directa de las deidades aztecas de la muerte, pero no es un símbolo de fertilidad y abundancia. Y tampoco es una descendiente directa de la mexicanísima Catrina, como otros suponen.
La primera referencia al culto moderno de la Santa Muerte aparece en una novela del antropólogo estadounidense Oscar Lewis, Los hijos de Sánchez. Lewis publicó su historia de una familia mexicana en 1961.
Martha, uno de los personajes, declara: "Mi hermana Antonia (...) me dijo que cuando los maridos se pierden, se puede rezar a la Santa Muerte. Es una novena que debe ser rezada a las doce horas".
A la origin, era a la Santa Muerte a la que había que dirigirse para rehabilitar a los maridos infieles.
Lewis publicó su obra a principios de los años 60, lo que significa que el culto existía al menos desde mediados de los años 50 en el barrio de Tepito en México. En la novela de Lewis, la novena a la Santa Muerte se trata como un secreto, transmitido de boca a boca entre mujeres.
La explosión del culto a la santa muerte
El culto permaneció clandestino durante toda la segunda mitad del siglo XX hasta que explotó a principios del XXI.
En 2001, el día de Halloween, una mujer llamada Enriqueta Romero, que hasta entonces había ganado su vida vendiendo quesadillas, instaló un altar a la Santa Muerte frente a su casa, en la calle Alfareros, en Tepito, el mismo barrio donde Sánchez situó su novela.
Mme Romero abrió una pequeña tienda de recuerdos: libros, medallas, fotos y velas de la Santa Muerte. Fue un éxito rotundo.
El culto no pasó desapercibido en Hollywood. En 2004, se mencionó brevemente en Man on Fire, una película con Denzel Washington. Pero fue en 2010 cuando el público estadounidense tuvo su primera exposición masiva a la ícono gracias a dos series de televisión populares: Breaking Bad y Criminal
Si la Santa Muerte es una persona, entonces ¿quién es ella, según sus adoradores y sus adeptos?
La Santa Muerte comenzó como un personaje con la capacidad de conceder cualquier milagro, sin importar su valor moral: puede tratarse de encontrar un amante perdido, conseguir un empleo o protegerse matando a un enemigo.
Pero la espera central es obtener una protección y un refugio, en un mundo de abandono e inseguridad, y conocer una buena muerte, sin dolor.
Su identidad es objeto de debate. Algunos seguidores piensan que es un arcángel. Otros la ven como un semidiós, que controla la vida de todos los seres del universo. Otros más creen que la Santa Muerte es un alma del purgatorio. Por último, están aquellos que la ven como un...
Esequiel Sánchez, un pastor católico bien conocido, expresó su preocupación en 2008, cuando algunos feligreses le pidieron que bendijera sus estatuas de Santa Muerte.
"Me preocupa porque es una aberración. Es una incomprensión de la fe. Al mismo tiempo, puedo entender por qué se desarrolla. Muchas personas, especialmente los inmigrantes mexicanos, sienten que las instituciones los abandonan."
La oposición a gran escala provino del gobierno mexicano. El antagonismo aumentó cuando sus fuerzas de inteligencia comenzaron a notar la relación entre el tráfico de drogas y la aparición de altares en las carreteras; entre los asesinatos rituales, la violencia y el crecimiento del culto. Los investigadores también encontraron que el culto prosperaba en los barrios de la ciudad donde las familias habían tenido miembros en prisión.
No hace falta decir que todos los adeptos de la Santa Muerte no están involucrados en el crimen organizado - hay muchos creyentes sinceros, como es el caso de la Santería y los movimientos New Age.
Pero sus orígenes merecen una explicación. La Santa Muerte es quizás una reacción emocional en un país aterrorizado por la muerte y la violencia, de ahí la necesidad del pueblo de darle una identidad y de contentar a la Parca, una especie de síndrome de Estocolmo. Posada también personificó la muerte, con un propósito diferente.
Sin embargo, la muerte siempre se ha considerado una metáfora. José Guadalupe Posada esculpió su famosa Catrina para burlarse de aquellos que se tomaban la clase alta demasiado en serio, pero sabía que el esqueleto siempre era una metáfora, al igual que para los aztecas para quienes representaba las fuerzas cósmicas.
Quizás sería más incómodo, para aquellos que son violentos, que el pueblo comience a preguntarse qué significa el símbolo y por qué se ha convertido en una persona, en lugar de tomarlo al pie de la letra.