Todo lo que necesitas saber sobre la Santa Muerte

La muerte viene por todos nosotros, para algunos como una sombra esperando para arrancarnos el alma, para otros un ángel descendido del cielo para llevarnos a casa. En todas las culturas del mundo, existen referencias o mitos sobre la muerte personificada. La imagen de la muerte se representa como una segadora, un guardián del infierno, un fantasma sin rostro y, en México, es la Santa Muerte.

Aunque la Iglesia católica y el gobierno mexicano hayan rechazado oficialmente el culto de la Santa Muerte (la santa de la muerte) en México, no se puede negar la popularidad y la fervor de sus adeptos. La muerte a veces se representa en forma de un hombre, pero en México, la encontrarás más a menudo en forma de una entidad femenina. Figura esquelética, la Santa Muerte no debe confundirse con la imagen popular mexicana de la Catrina - personificación de los indígenas mexicanos que querían adoptar los estilos europeos, una imagen dibujada por primera vez por Jose Guadalupe Posada.

El México tiene un afecto particular por la Virgen de Guadalupe - su culto supera con creces al de todos los demás santos católicos y quizás incluso al del Cristo mismo. Por lo tanto, tiene sentido que el santo mexicano de la muerte sea una mujer. Este país también tiene una larga tradición de celebración de los muertos y de reunión con ellos durante las festividades anuales del Día de Muertos. Los mexicanos consideran el Dia de Muertos como una ocasión para invitar a los muertos a regresar entre los vivos y celebrar la vida que vivieron con aquellos que dejaron atrás.

Esta tradición se remonta a antes de la colonización española, cuando las tribus indígenas de México practicaban un fuerte culto a la muerte, creyendo en diversos dioses y diosas del inframundo y de los muertos y pasando sus meses de verano realizando rituales similares a los del Día de Muertos, como erigir altares a los difuntos, comer alimentos especiales y celebrar con música y danzas.

La Santa Muerte ha ganado popularidad desde los años 1990 hasta hoy, mientras que la situación de los mexicanos ordinarios se complica por la violencia del tráfico de drogas, la pobreza y la dificultad de abrirse camino en una sociedad que no siempre es amable con sus clases más bajas. Es parte de su atractivo para los residentes más pobres y trabajadores de México.

Hasta el 1 de julio de 2016, se organizaba un rosario mensual para la Santa Muerte en un altar callejero en Tepito, uno de los barrios centrales más difíciles de México. El rosario se llevaba a cabo en un altar mantenido por la familia Romero en la calle Alfarería, pero fue cancelado por su anfitriona cuando su esposo fue asesinado a balazos frente al altar el 7 de junio de 2016. Pero los creyentes todavía vienen: para rezar a la Santísima para que cure sus males, resuelva sus problemas y proteja a sus hijos. Se les advierte que no le hagan promesas a la Santa Muerte que no podrán cumplir, bajo pena de sentir su ira.

D otros altares se encuentran en el Centro Histórico de México donde los creyentes dejan manzanas rojas, alcohol, tabaco, flores y velas como ofrenda a la flaquita ("la delgada"), como a veces se le llama.

En todo el país, encontrará variantes del culto a la Santa Muerte, especialmente en los estados de Veracruz e Hidalgo. La mayoría de los creyentes tienen en sus casas una figurita de Santa Muerte, que decoran, visten, a la que hablan y rezan - un miembro importante de su familia. Las reglas tácitas del culto a la Santa Muerte consisten en otorgarle el respeto y la deferencia que ella exige. En lugar de ser considerada un símbolo satánico en México, la Santa Muerte siempre está bajo la dirección de Dios, como uno de sus trabajadores, una parte necesaria del ciclo de vida de cada humano y un santo que todos debemos conocer.